¿Qué hacer con las pilas?
Según la Ley de Residuos Peligrosos Nº 24.051, los residuos
electrónicos como las pilas y las baterías agotadas son considerados legalmente
como “residuos peligrosos universales”, una característica que establece que,
los desechos compuestos por elementos de riesgo para la salud, deben recibir
una recolección diferenciada de los residuos sólidos urbanos. Si bien
la Ley de Energía Eléctrica Portátil Nro. 26.184 prohibe la
fabricación, ensamblado e importación de pilas primarias que no respetan los
límites de contenido de metales es preciso separar este residuo de la corriente
de residuos domiciliarios.
Lo cierto es que no hay al
momento una solución para la disposición final de las pilas primarias (no
recargables). La ley de Basura Electrónica (en la cual recaen las pilas) que
establece que los productores sean responsables legales y financieros del
reciclado de sus residuos se encuentra con media sanción en la Cámara de
Diputados. Su completa sanción es necesaria para lograr una correcta gestión de
todos los residuos electrónicos y eléctricos. Hasta entonces se considera que lo mejor es conservar este material y ser
más responsables en su consumo.
Greenpeace recomienda:
1. No usar pilas. En caso de
ser necesario, reducir su consumo comprando pilas recargables.
2. No consumir pilas sin
marca, de origen ilegal o “piratas”, ya que contaminan más.
3. No arrojar las pilas a la
basura, debido a sus componentes contaminantes.
4. En caso de vivir en la
Ciudad de Buenos Aires, llevar las pilas a los centros de recolección de pilas
y baterías de las diferentes marcas.
http://buenosaires.gov.ar/areas/med_ambiente/apra/des_sust/res_esp/empresa_recoleccion.php?razonsocial=2&barrio
5. Exigir a los
productores (fabricantes e importadores) que se hagan cargo de los residuos de
pilas y baterías.
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